miércoles, 8 de junio de 2011

Magia

Muchas veces esperamos que los cambios ocurran de forma espontánea. Creemos que al no hacer nada y dejar que corra el tiempo por sí solas las cosas tienden a equilibrarse y a cambiar. Puede que sea cierto, mi abuela, sabia mujer donde las haya, siempre me decía que el tiempo nos deja a cada uno en nuestro lugar, pero las cosas no cambian “automáticamente”.

Estos cambios que deseamos que ocurran mientras nosotros esperamos sentados a verlas venir, reciben el nombre de “cambios mágicos”. Muchas veces tenemos la falsa creencia de que las cosas nos ocurrirán sin más por el simple hecho de “ser nosotros”. Creemos que si dejamos de afrontar la realidad que nos rodea y no actuamos delante de los problemas que se nos ponen delante, estos desaparecerán “mágicamente”.

En la mayoría de situaciones en las que nos quedamos parados mientras “la vida pasa delante de nosotros” , pasamos gran parte del tiempo pensando lo que debería o no debería hacer y aquí es donde aparece el temido y fatal “Y si…”. Pasamos gran parte de nuestra vida pensando en ese dichoso “y si…” preparándonos para lo que pueda venir, y no nos engañemos, la mayoría de esas reflexiones acaban siendo castillos construidos en el aire, razonamientos subjetivos que poco o nada tienen que ver con la realidad.

Pasamos demasiado tiempo pensando en el “y si…” y poco tiempo actuando. Personalmente soy del tipo de personas que, cuando van a darse la ostia, prefiere ver cómo llega el suelo, así tengo tiempo para poner las manos antes de darme el gran golpe. Y como yo mucha gente, el problema radica en nuestra falta de habilidades o recursos necesarios para “empezar a movernos”, esas habilidades que hacen que demos ese primer paso que nos impulsa al cambio.

Estas habilidades son fruto de la experiencia, hablando claro, este aprendizaje es fruto de los palos que nos da la vida. Estos palos nos enseñas como actuar antes situaciones parecidas, nos impulsan a alcanzar nuestras metas y nos ayudan a saber que no hemos de hacer, este entrenamiento nos hace revivir experiencias tratando de no volver a cometer los mismos errores, algo que desgraciadamente falla más de lo que desearíamos.

El problema es que tratamos de polarizar nuestros pensamientos y emociones, todo es blanco o negro, este pensamiento digital reduce nuestro punto de vista en cuanto a las opciones que disponemos. Hemos de alejarnos de ese tipo de pensamientos, abrirnos a la experiencia, observar las cosas de forma objetiva y entonces obtendremos de esta polarización un equilibrio que nos impulse a actuar.

No todo es blanco o negro, el mundo está lleno de colores maravillosos, sólo tienes que saber donde y cómo mirar...

Post escrito, reeditado y resubido por J.V.Pérez.

3 comentarios:

  1. Muy interesante el Post. Vaya que es verdad yo tambien soy una de las del Y si, pero ya ni me hago preguntas, simplemente no pienso y hago una vida tan rutinaria que no da tiempo a cambiar.

    Un saludo. Te sigo leyendo , besos.

    ResponderEliminar

Muchas gracias por tu visita

Lo mejor de ti